La tarde de sábado no iba a ser la misma, la localía en Banco Provincial no iba a pesar tanto como si lo pudo ser si se jugaba en el verdadero terreno del Defe. Una cancha a la que lo mandaron, tal vez para impedir el acompañamiento que el equipo tiene a cada jornada, o tal vez por otras cosas que estando a varios kilómetros de distancia podían pasar más desapercibidas, o simplemente porque la preocupación por parte del ente principal de conseguir un estadio meramente cerca para ambas instituciones, y que así puedan estar mas cómodas, no fueron lo suficientemente preocupantes.
De todas las posibilidades habidas y por haber de por qué Defensores de Alto Verde y El Pozo tuvieron que trasladarse tan lejos, me quedo con una de ellas. No quiero ser un mal pensado, pero por lo presenciado, en mi mente solo queda la alternativa de que otras cosas estando a varios kilómetros de distancia iban a pasar desapercibidas. No dejando pasar de largo lo ocurrido hace una semana en Santo Tomé ante Independiente, en el cual Defensores cayó derrotado en malas intenciones arbitrales, ayer la historia se volvió a repetir, esta vez disfrazando una condición que en los papeles decía “Local”, pero que en el terreno fue totalmente visitante, y eso se lo hicieron saber desde un principio.
Todo mal predispuesto, desde los pasillos de calle Corrientes, hasta el silbato dentro de la cancha. Defensores de Alto Verde, esta vez, tanto jugadores, como cuerpo técnico e hinchada tuvieron que hacerle honor al nombre de verdad y defender a Alto Verde, defenderse ellos porque lo que estaba pasando era muy obvio, muy evidente.
Del partido jugado a las 13:30 nada, hasta ahora. Se invirtió el horario – el habitual es 15:30 – es que lo futbolístico queda de lado cuando hay cuestiones puntuales que son difíciles dejar escapar.
Malas decisiones durante el encuentro, Leandro Cabrera (el autor del único gol de Defensores) recibió golpes durante todo el partido y quien se lo propinaba, así fuese fuerte
o no, en ningún momento era amonestado.
Leandro Cabrera fue quién más sufrio la permisividad del árbitro, Manuel Sánchez. |
El otro Cabrera, Eduardo, se fue expulsado por doble amarilla, la primera fue por pedir un penal que para mi, desde donde estaba ubicado si existió, y la segunda por una falta que no fue tal. Cuestiones como estas puedo seguir enumerando muchas más, pero no me va a alcanzar la pagina y el margen es corto. La cuestión es que Defensores pegaba y el juez se apuraba en cobrar la infracción, pero cuando era al revés, en más de una ocasión no dudo en dejar seguir la jugada. Jueces de líneas mal hablados, bocones para con la hinchada local, y prepotentes con los jugadores, se quisieron llevar por delante todo sin cuidar el partido.
A la izquierda, Nicolás Gamboa soportando un dolor en su hombro. Al medio, Gamboa en el área de El Pozo. Y a la derecha, Emilio Almada retirándose lesionado. |
Otra cuestión para no dejar pasar, es una canción que se escucho desde la banda del Defe cuando El Pozo anotó el primer gol. “Jugadores, la…” y ya saben como sigue la canción en la tribuna. Eso molestó de sobremanera a mucha gente, hasta en algún caso se acercaron a decirle a quienes estaban cantando eso que no lo hicieran más. Entiendo que la banda en la tribuna debe alentar, cantar, apoyar y acompañar al equipo siempre juegue donde sea, y esta perfecto. Lo que no comparto para nada es que se los insulte a ellos ni a sus familiares, porque no tienen por qué ir a jugar a la pelota los sábados, luego de trabajar toda la semana algunos e inclusive sábados por la mañana otros, y tampoco a los entrenamientos, pero lo hacen porque les gusta el fútbol, porque quieren jugar y para ellos ponerse la camiseta de Alto Verde es algo maravilloso. Entonces, los insultos no, con ellos no van porque dan todo. Las cosas pueden salir o no, pero de ahí llegar a putearlos es demasiado.
Nosotros, que estamos afuera de la cancha somos los primeros que tenemos que dar el ejemplo, para trasmitirle a ellos tranquilidad y seguridad de que nunca van a estar solos. Porque ya demasiadas contras hay fuera de lo que es la institución, y contra eso no se puede hacer nada, porque cuando alguien esta empecinado en perjudicar lo va a hacer en cualquier momento y sitio.
Ahora más que nunca, todos juntos tenemos que ser Defensores de Alto Verde.
Mariano Palacio
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