En Cabaña Leiva, La Salle como local derrotó con goleada a Banco Provincial. Fue 4-0 con los goles de Nepote, Zapata, y el doblete de Sarchi. Ahora el equipo de Lapalma escala a la quinta posición y está a un triunfo de los nuevos punteros.
Un arranque frenético le permitió al local tomar rápidamente el control del partido, poniendo en aprietos defensivos a Banco Provincial, por lo que las primeros ataques al arco no tardaron en aparecer. En la primera de ellas fue Lautaro Nepote el que se encontró con la pelota lista para definir ante la indefensa humanidad del arquero rival, y no le costó demasiado perforarlo para salir a cantar el primer festejo del partido.
Para el segundo gol lasallano fue clave la participación de Agustín Rodriguez, que con un pase clarificó la intención ofensiva hacia Galateo, quien, no pudo controlar la pelota, pero le sirvió a Bianco el remate que taparía espectacularmente el 1 visitante, con la fortuna de que el rebote le quedó a Sarchi para el fusilamiento, y el rápido despegue -de 2 a 0- en el marcador.
La parte complementaria se inició con un nuevo gol de Sarchi con apenas 80" transcurridos, tirando rápidamente por la borda cualquier plan que haya ideado Banco Provincial en el entretiempo para salvar la derrota. Ni siquiera la expulsión de Alan Macaine -que sólo pudo jugar 9' tras reemplazar a Copello- alcanzaría para equilibrar el desarrollo del juego, porque a los 75' apareció el 4-0 que definió el resultado final: Rodríguez encaró a una defensa absolutamente despoblada y rendida y emprendió el contraataque por la derecha, para asistir y dejar mano a mano a Bianco frente a Caplan; sin embargo la vehemente salida del arquero derribó al 7 en la salida del área, y el que terminó por definir con el arco vacío fue Agustín Zapata.
La Salle funcionó casi a la perfección logrando una victoria para tener muy en cuenta, donde su columna vertebral fue su principal fortaleza, combinando desde la conocida experiencia de su marcador central, quien borró totalmente a la principal opción de gol del rival (Insaurralde), obligando a una maniobra extra para llegar a destino. Y el degradado que forman sus mediocampistas y delanteros, totalmente hiperactivos y utilitarios en la búsqueda del arco contrario, sustituyendo quizás el punto más bajo del equipo: la consolidación de un goleador.
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