Tras disfrutar una ventaja histórica de cuatro goles, Defensores de Alto Verde se durmió y le dejó servida una victoria épica para Pucará que no había mostrado ser menos. Por primera vez, el público, atónitos, mostraron su descontento contra el equipo.
Con la vuelta del tridente defensivo, Defensores de Alto Verde salió decidido a mejorar la imagen pálida que habían dejado sus últimos partidos. Pero Pucará demostró no haber venido a perder el tiempo, y le fue siempre directo durante toda la primera parte, y fue así como generó una importante cantidad de situaciones que terminaban sondeando el arco de Marcos Rodriguez.
Sin hacer grandes cosas, el equipo local lograba pasar al ataque, pero sin grandes peligrosidades. Recién su primera ocasión en la que vio el arco llegó a los 22', y precisamente le sirvió para abrir el partido, gracias a una excelente resolución de cabeza de Walter Rosales. Pero minutos después, Jesús Ponce fue expulsado por doble amonestación y parecía dejar muy expuesto a su equipo. Sin embargo con uno menos, sorpresivamente Defensores de Alto Verde se mantuvo ordenado y casi que no pasó grandes sobresaltos. Aunque sí seguía sufriendo filtraciones por derecha, ya que con Kevin Cano, Pucará encontró la fórmula más sencilla para perforar el mediocampo y la defensa, pero la efectividad aún les daba cero.
Clavado en 40', el conjunto visitante generó la más clara, sacando del fondo a Rodriguez y dejándolo pagando mientras la pelota se metía, pero apareció Rosales en la línea del arco para despejarla.
Solo dos minutos más tarde, Defensores consiguió estirar su ventaja. Fue Nicolás Gamboa el autor del segundo, logrando convertir después de seis juegos. En la creación de la jugada, Adrián Giménez había sido el último en tocarla, tras intentar tirar al arco, pero con un muy mal golpeo solo alcanzó a dejarle la pelota a su compañero que se fue ante el arquero y definió correctamente. Pobre, pero eficaz, el Defe disfrutaba de un tranquilo 2 a 0 que cerró los primeros 45'.
Fernando Saurit ingresó para el segundo tiempo, por Nicolás Gamboa, dejando solo uno en el ataque (Giménez) para sostener un partido que estaba encaminado, aunque con un jugador menos.
La estrategia parecía estar funcionando, porque a los 7' y 8' Defensores de Alto Verde duplicó la diferencia gracias a los goles de Arévalo y Giménez. Emilo Almada fue fundamental en ambas jugadas.
Pucará había salido apagado, y se encontró con un rival que lo fusiló en las que tuvo. Sus chances ya estaban disueltas. Y para peor, sufrieron el quinto. Pero algo les sonrió, y fue anulado.
Los de Barrio Transporte se encontraban en una situación inmerecida, con posibilidades alejadas, y encima recibieron una expulsión. De principio a fin manejaron los hilos del partido, pero el dueño de casa les pagó con efectividad, algo que hasta el momento a ellos no los favoreció.
Hasta que a los 18' llegó el descuento, a través de una situación fortuita en la que un desvio favoreció el recorrido de la pelota a la red. Un gol que pareció tan insignificante como la forma en que llegó.
El transcurso del juego no atravesó variantes. La propuesta fue siempre del visitante, tanto desde el 0-4, como después del descuento. Es por eso, que insistiendo se aprovechó de una notable baja de concentración de sus adversarios, y a los 26' ya se encontraban solo uno abajo (goles de Cariaga y Rego).
El 4-3 encendió las alarmas en el Único, que al momento veían difícil una posible remontada, pero los tres puntos ya estaban riesgo. La visita se alimentó de la situación, el tercer gol los revitalizó, y los motivó a ir contra lo imposible. La confianza de Pucará fue suficiente para empezar a dejar chiquito a Defensores de Alto Verde que jamás había conseguido tomar el protagonismo total del juego. Y a los 32' nomás estalló el grito de Rego, ante el silencioso ambiente de Alto Verde en el que no cabían explicaciones del derrumbe. Nunca antes Defensores de Alto Verde había sacado 4 de diferencia, y todo indicaba que sería el triunfo más cómodo jamás visto, aún con escasez de demostraciones, y en 14' volvían a estar igualados. Pero la tendencia aterrorizaba. Pucará arrasó en el final.
Tras todo lo ocurrido, el 4-4 ya era un premio para los altoverdenses. Más allá de alguna esperanza suelta, de las que suelen pasear en los partidos de fútbol, la preocupación pasaba por no perderlo. Y tuvieron el primer aviso a los 37', pero el poste la atajó. Pero 3' después se consolidó la catástrofe. Juan Mendoza fue muy alto para cabecear un tiro de esquina a favor, y la empujó hacia adentro del arco local, que durante el segundo tiempo parecía ir haciéndose más grande, como Pucará.
De allí pasaron 9' más. Los 5 que restaban, más 4 añadidos, pero ni aún otros 45' hubieran sacado a Defensores del pozo en el que se fue metiendo.
El partido fue todo de Pucará, pero, mezquinando el local se dejaba los tres puntos. La visita no se los arrebató. Defensores de Alto Verde los dejó ir.
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